Crónicas de Octubre: Vacaciones

A mi pareja se le ha ocurrido una idea maravillosa. Para celebrar nuestro 4 aniversario y de paso, tener una dulce despedida, quiere pasar 3 días en Barcelona y Port Aventura. Me chiflan los parques de atracciones, y no es porque los visite con asiduidad, pero se ve que mi chip de crecimiento se ha quedado gripado, pero lo cierto es que me encantan, las atracciones, los decorados de cartón piedra, sus animaciones, su color, todo.

Pues lo que decía, con toda la buena fe saca unos billetes de avión, pero se dejo varios flecos sueltos: No pensó en el hotel, ni con quien dejar a Luna.

“La perra se puede quedar con mi hermana” y yo ya visualice a la Luna, con una depresión, cortándose las venas y ahogada en sus necesidades, comiendo papeles y pelusas. No puede cuidar a un cachorro una familia que nunca tuvo ni quiere animales, con una media de mas de 10 personas diarias en la casa para cenar, y que durante el día no hay nadie.

“Pues se la queda J.” esa opción me parece mejor pero, J. tiene 2 perros y además muy bien enseñados, mientras que Luna aun se hace todo en casa, "y su suelo es de parquet, tendríamos que haber hablado con el antes de comprar billetes”

“Ya, pero es que estaban muy baratos….” Los pasajes están comprados pero aun no sabemos donde dejar a la pequeña.

Yo odio viajar, me dan pánico los aeropuertos, los traslados y las prisas. Ahora que estoy muy cercano a mi gran éxodo-regreso, con los nervios a flor de piel y mí estomago como una centrifugadora, este evento ya me tiene atacado.

“¿Qué te parece dormir la 1ª noche en BCN la siguiente en Tarragona y la ultima otra vez en BCN?”, uffff, le explico que me produce tanta ansiedad el tema que mejor que yo no me meta en eso, yo dedicare el esfuerzo en hacer el equipaje de mi vuelta y del otro que se encargue el. Tras varios días de buscar Hoteles, por lo visto, ha conseguido uno por más de 350 euros que sumado al viaje, traslados, comidas, y miles de cosas, el presupuesto se ha disparado.

Yo que no tengo ingresos, que lo poco que guardo es para pagar la casa, coche, luz, teléfono, agua, comunidad y contribución de mi casa en la península, ya que el inquilino la ha dejado dos meses antes de mi vuelta .Este gasto excesivo me parece una frivolidad, un despilfarro y en cierta forma, me avergüenza que todo salga de su bolsillo. No se si lo va a entender, seguro que no, porque lo ha hecho por mi y tampoco si alguien me dará la razón, pero necesitaba desahogarme y explicarme. Le he dicho que anule todo.