Harry

Entre en el Universo Harry Potter en el Hospital. Soy incapaz de leer un libro en condiciones normales, es como si siempre tuviera algo mejor, o peor, que hacer que zambullirme en la lectura, pero cuando estas en un hospital cuidando a un enfermo, el tiempo pasa de otra manera, las horas son eternas en esos incómodos sillones diseñados por los discípulos del Marques de Sade, verdaderos potros de tortura.

Pues en los hospitales solo puedes hacer dos cosas, leer libros o pasear por los pasillos. Si tienes suerte, y te toca alguien agradable de ver entre el personal medico, ya tienes algo ganado. Pero no fue el caso durante casi los 5 años largos de hospitalización familiar.

Un Compañero me dejo el primer volumen de las aventuras de Harry Potter, y la verdad es que me distrajo y lo ley en una tarde, así que se lo devolví muy pronto, y en agradecimiento me presto también el segundo, y el tercero....y el cuarto.
Y ya me encontraba yo en la habitación moviendo las Manos, haciendo sortilegios y encantamientos, sin resultado alguno.

Intentaba mover objetos con la mente, si veía a un tío que me molaba entre los visitantes, le lanzaba amarres mágicos que nunca funcionaba. Me sentía un mago frustrado.
Le ponía las manos sobre la herida al enfermo, para aliviarle el dolor, pero seguía gritando y quejándose espantosamente.
No tengo el poder, no soy Mago, no tengo el Don.

Me compre las películas, las ediciones especiales, y me fascino la saga.
Como una romería e ido al cine a ver cada uno de sus estrenos...pero la maldita pereza me hace recelar de esta última, y no porque sea mala, o distinta, porque prácticamente son casi idénticas, es simplemente que me cuesta moverme hasta la multisala.
Y por más que lo pruebo, la escoba no me vuela.