Miss Monja 2008

Un Cura Italiano había organizado un concurso por Internet para elegir a la monja más guapa del país. Este hombre, además de autoamargarse la vida eligiendo el servicio a la causa celestial, su medula esta un poco seca de tocar la Zambomba clerical viendo paginas guarris por esa pantalla infernal llamada Internet.

Me lo imagino noches de vigilia, buscando flageladores y cachivaches para no pecar y, sin querer, meterse en alguna pagina sadomaso, con chicas reliadas en cintas de cuero negro, con botas de tacón de aguja y sus carnes prietas.

El cura había solicitado fotos de monjas de 18 a 40 años, para acabar "con algunos prejuicios sobre que se hacen monjas las chicas menos atractivas". Ya me imagino a Sor Ángeles depilándose las ingles a la brasileña, mientras que dora su cuerpo blanco nacarado a la luz de una lámpara ultravioleta. El desfile será en Hábito de noche, en telas de Esparto, saco y seda, en colores Negros, marrones y blancos. El desfile en bañador queda descartado por razones dogmáticas.

El religioso aclaró que el concurso quería ser una "provocación" para "llamar la atención sobre el mundo de las monjas, a menudo poco valorado", y sobre "la falta de vocaciones entre las mujeres italianas", yo añado del mundo. Las mujeres han evolucionado, no necesitan limpiar pecados arruinándose la vida en una “cárcel”, haciendo pastelitos y tirando pellizcos a los niños y niñas. Como en todo, las habrá buenas y trabajadoras, pero también hay mucha amargada, resentida y malvada, que no sabe lo que es el perdón, la caridad y la humildad.

Al final, la iglesia Católica se retrata así misma, siempre con los opresores, nunca con las victimas, adora el poder y el lujo, la riqueza y el brillo. No se manifiesta por la mujer maltratada, ni por los abusos a menores. Tanto tienes, tanto vales, no al divorcio, si a la anulación, no le doy la comunión a retrasados mentales porque ni sienten ni padecen, pero si se la doy a dictadores y familia.

Ves? Al final termino calentándome la boca y seguro que me excomulgan o mucho peor, me mandan al infierno.