Alemanes

viernes


Viernes, otro fin de semana de mis largas semanas al sol. Día después del furor patriótico de banderas española, cual manifestación Pepera. Nos espera ya la gran Alemania, la súperpoderosa nación centro europea repleta de historia y de salchichas.

Hace años estuve en Colonia por motivos de trabajo. Allí nos esperaba un colega que hacia de anfitrión. Entre cerveza y cerveza nos contó un poco su experiencia con los germanos y como se percibe, para un español y andaluz, el modo de vida alemán.

Son cuadrados, autómatas y rutinarios, no les puede sacar de las pautas establecidas. Ellos saben que los viernes, a las 6 de la tarde toca ir a una cervecería a beber y comer. Y lo cumplen a rajatabla. Allí, cada cervecería fabrica su propia cerveza, suelen ser locales grandes, con mesas de madera y taburetes alrededor, donde se sientan los grupos de amigos a descargar la semana, y una tras otra, terminan con los brazos por los hombros del compañero, entonando canciones bávaras (la variante al “Asturias patria querida” nuestro).

Son incansables, si llega un puente, y hay que ir a la nieve, o a navegar, son capaces de hacer miles de kilómetros por ello. Si toca vacaciones, ni se lo piensan. Lo que me quería decir es que ellos tienen muy claro lo que hay que hacer en cada fecha, en cada periodo, en cada estación, y nada ni nadie lo impedirá.

Son serios, muy caradepalo, poco sentido del humor, cierta malas pulgas y estrictamente exigentes, hasta el cansancio, pagan mucho y por tanto quieren lo mejor.

No hacen cumplidos y son muy sinceros, hasta doler. Me contó una anécdota. El y su mujer vinieron a España a pasar la Navidad, y se fueron cargados con una caja de mantecados y polvorones. Como la mujer ya había echo migas con una vecina alemana, se presento en la casa con un plato de polvorones y una botellita de aceite de oliva. Ella le explico que eran pasteles típicos navideños, así que la alemana y su madre cogieron uno y empezaron a degustarlo. El polvorón tiene la destreza de pegarse al paladar, y fue la pobre vieja quien pago la inocentada, entre espasmos y ahogos creía morir. Alarmados y entre zarandeos y vaso de agua aquello bajo. La alemana le devuelve el plato a la chica y le dice “Gracias, pero no nos gustan estos pasteles” y se quedo mas ancha que pancha. Y lo peor es que no te puedes ni sentir ofendido, porque te lo dice con una sonrisa de oreja a oreja.

Así que, el domingo, le devolveremos la sinceridad de nuestro fútbol, y si no, le mandamos varias cajas de Polvorones “La Estepeña”.

5 Cosas que quiero decirte.:

ladychena dijo...

Pues si hay que mandarles polvorones, se los mandamos. O también podríamos darles uno a cada jugador para reponer energías en el descanso del partido.

Laura dijo...

Al menos este fin de semana va a estar más entretenido con el partido. Espero que ganemos. Un abrazo.

Rumbero dijo...

Con lo bueno que está un polvorón.

A mi me contaron una anécdota con los curricullums vitae en Alemania, si los mandas por correo y no te cogen, te los devuelven y si los entregas en una empresa, no te los aceptan si no buscan personal y si finalmente no eres escogido, te lo devolverán por correo con carta de agradecimiento por el interés.

Igualito que en España.

La tele de hoy dijo...

Al final hemos ganado a los alemanes, si esque al final tenía razon cuatro y podemos,jaja.
Un abrazo!!!

Thiago dijo...

jaja, cari, pues para no querer caer en las celebraciones patrioticas te ha quedado niquelado, el mejor que he visto hasta el momento de la victoria española, francamente, jaja


Y el ultimo dibujo lo veo como con profundidad, como si estuviera en 3D ¿como lo has hecho?

Bueno,el caso es que es genial tu pos. Ahora bien, creo que tp es justo decir ahora que si hubieramos llevado a Raul patatin y patatan... pq eso entra en el terreno de las espculaciones. Y no hay que olvidar que si Italia llega a meter los penaltis ahora estabamos crucificando a Luis y llorando por Raul, que no?

En fin, disfrutemos el momento jaja

Bezos