NÚMEROS

El 27 es el día en que nací. Ese número es de mis favoritos por lo que es, y lo que suma .Mi padre era fanático hasta niveles enfermizos del 65 y mi madre del 21. Números que nos persiguen y que a veces ni siquiera aportan nada a nuestra vida, pero que nos aferra a esa idea de que es nuestro talismán (numérico) de la suerte. Si preguntas a cualquiera siempre tendrá un número en su mente. El día que se caso, o cuando conoció a su pareja, o un nacimiento, muerte o acontecimiento especial.
La Ciencia de la Numerología nos cuenta que tenemos un número de la vida, otro del destino y otro del alma. El de la Vida se consigue sumando cada número del día, mes y año hasta llegar a uno solo, salvo en el caso de que sume 11 o 22 que son los “números maestros”. El del Destino se saca sumando el valor de las letras del nombre entero, según una tabla y reduciéndolo exactamente como el de la Vida. Para el número del Alma se asigna un valor a cada vocal de nuestro nombre.

De niño, oía decir a mi profesor de matemáticas, que los números son el lenguaje universal, la ciencia exacta y pura. Dos mas dos siempre será cuatro, aquí, en la China o en Marte. Era ese instante donde yo me veía en mi nave con forma de rombo, de un color azulado intenso surcando las estrellas hacia planetas recónditos en busca de esos seres que hablaban en Números. Me bajaba de la nave y les diría “Hola soy vuestro amigo” pero con ecuaciones y logaritmos para que me comprendieran.
Pues si que debe de ser difícil, si ni el Ingles puedo meterme en la mollera ¿como voy a aprender Números? Lo realmente cierto es que las matemáticas y yo nunca hemos sido buenos compañeros. Desde 4 de EGB voy suspendiendo las mates, un año tras otro. Cojo los conceptos y desarrollos, pero fallo en los resultados.
Aun hoy en día me sigue pasando, con el Euro lo pase realmente mal, sobre todo esos primeros pasos. Decidí sumergirme completamente en el Euro y dejar de hacer conversiones. El tiempo me dio la razón, todos terminamos pagando mas por lo que antes costaba muchísimo menos.
Pues eso, le pido disculpas a los seres de otros planetas, pero si vienen a la tierra, que busquen a otro porque yo no los entenderé.